Nunca sé si a diciembre lo amo o lo odio...
Diciembre siempre llega a alterar mi tranquilidad, creo que es el mes que le rinde cuentas al año y por eso como gente ambiciosa que soy siempre lo saturo con cosas productivas que deje pendientes durante los otros 12 despreocupados meses.
Días llenos de trabajo y de sorpresas por todas partes, clima perfecto para trabajar por la mañana en el taller y emoción por todo lo que planeo crear.
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